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Caída de Noel Martín sin consecuencias en Normandía

“Días como hoy es en los que te das cuenta de porqué eres ciclista”, afirma el joven corredor de El Arenal

 

A.G.A.

 

El ciclista abulense Noel Martín (Orbea) comenzó a competir ayer en el Tour de Normandía, finalizando en el puesto 122º, a 48 segundos del ganador de la primera etapa de 4,4 kilómetros, disputada en Mondeville, el holandés Jetse Bol (Rabobank). En la jornada de hoy ha tenido la mala fortuna de sufrir una caída, lo que ha hecho llegar como último de la segunda etapa (130º), a 30’52” del ganador y nuevo líder, Adrien Petit (CC Nogent), que se impuso tras 200 kilómetros en Colombelles y Forges-les-Eaux

 

El arenalo comenta desde dentro la carrera para la web www.biciciclismo.com, el que es su primer viaje para correr en el extranjero, en un territorio al noroeste de Francia. A continuación reproducimos las crónicas de las dos primeras etapas, tras las que Noel se encuentra como farolillo rojo de la clasificación en el puesto 130º, a 31’’45” de Petit.

 

 

LA CUARTA CAMA DIFERENTE EN UNA SEMANA” (1ª etapa)

 

“A pesar del largo viaje de ayer de 10 horas en coche, que no sabes ni cómo colocar las piernas para que no se te duerman, por suerte nos dio tiempo a hacer algo de rodillo antes de cenar (que ya sabéis que el horario europeo es bastante tempranero) y para mi sorpresa no había cosas raras. Me he olvidado de los problemas estomacales que traía estos últimos días, porque las otras veces que he estado en Francia de viaje he acabado añorando muchísimo la comida de casa.

 

Además, a pesar de que es en la cuarta cama diferente que duermo en una semana, he estado muy a gusto y me he quedado frito al instante, por lo que esta mañana me he despertado con una sonrisa de oreja a oreja, el tiempo acompañaba esta mañana viendo la crono, haciendo un poco de turismo por Caen. Hay que ver como les gustan los “chateaus” a los franceses. Y a mí verlos, que los franceses con sus ciudades y sus monumentos siempre han tenido muy buen gusto.

 

Pero sin duda lo que más me gusta de correr aquí es la cantidad de periodistas y fotógrafos que vienen a verte a la puerta de la caravana a hacerte fotos, a que les firmes, aunque no sepan ni quien eres. Si no me han hecho 20 fotos no me han hecho ninguna, y con lo que me gusta a mí sonreír en las fotos pues a posar, posar y posar...

 

Hablando de la crono, a pesar de calentar muy bien, al final no era tan callejera como esperábamos y entraba un aire curioso... “Es como si intentas arrancar en tercera” así la ha definido mi compañero Mikel. No se nos ha dado bien, personalmente me he encontrado fatal, me he ahogado en el pequeño repecho de salida y me ha venido a saludar el incordio del asma. De ahí a meta he penado, viendo como no podía levantarme de la bici, no era capaz de bajar piñones y lanzarme en las zonas favorables. Ahogadísimo, he llegado a meta medio mareado, y enfadado conmigo mismo, pero tengo muy claro que mañana será otro día completamente diferente al de hoy, se van a hartar de la guerra que vamos a dar...

 

Ojo al Orbea.”

 

 

 

 

“DAN GANAS DE ESCRIBIR UN LIBRO” (2ª etapa)

 

“Vaya día el de hoy. Estoy acostumbrado a que mi vida no sea aburrida, pero jornadas como ésta hacen que me den ganas de escribir un libro...

 

Después del día de ayer en el que ni llegaron a dolerme las piernas de la sensación de ahogo con la que corrí, hoy empezaba un poco por el mismo camino. ¿Os imagináis? Primer día de vuelta en línea, pues de salida "tranquilitos"... un poco ahogado sí que iba, pero estaba convencido de que iba a dar vuelta al cuerpo y así fue. Richar, que vaya carrerón ha hecho con los sprints especiales de premio, cogió la escapada cuando ya estaba hecha con Chuzda... no me quiero imaginar como han ido de rápido.

 

Caían los minutos; doce a mitad de carrera, y la verdad es que yo creía que la escapada iba a llegar porque, además. tras unos arreones del Saur nadie tiraba... ¡pintaba bien la cosa! Un compañero rápido delante y el pelotón al ralentí.

 

Pero la cosa empezó a cambiar. Los continuos sube y baja y una salida de un bosque, y hubo gente que quiso aprovechar ese aire y cortar el pelotón. ¡Que tanta paz ya no estaba bien vista!

 

Yo, encantado, la verdad, me estaba divirtiendo... ¡Empezaba a ir bien y la cosa se ponía entretenida! Pero los nervios hicieron que los primeros dieran con los huesos en el suelo... la esquivé por poco, pero en el siguiente bandazo, gracias a estos tractores que se ponen en las cunetas y ocupan media carretera, me tocó a mi bailar con la más fea. Parecía que lo había esquivado cuando me dieron por detrás y me bloquearon el cambio, o yo que sé, la verdad, pero di una vuelta de campana y acabé maldiciendo... Lo de siempre: ¿Por qué a mí? No lo entiendo, la verdad, pero es lo que hay...

 

A partir de ahí, una miseria para llegar a meta que pocas veces he pasado... ya os contaré.

 

Días como hoy son en los que te das cuenta de porqué eres ciclista, porqué te gusta tanto el simple hecho de que la rueda gire al hacer fuerza en los pedales... porque me he llevado una alegría enorme ahora mismo al saber que he entrado en control y podré salir mañana. Como una momia, pero saldré, y aunque duela, solo por el hecho de poder salir ya seré de los más felices del pelotón.

 

Al mal tiempo, buena cara :)”

 

 

 

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